Hola compañeros de viaje,

Aquí estoy, arrancando mi propio proyecto, con una mezcla de ilusión, incertidumbre, un poquito de vértigo y muchas ganasLa verdad es que es algo que toda mi vida he querido hacer: poner en marcha mi propia iniciativa, desarrollar mi proyecto, algo mío, personalBuf, ¡me suena a música celestial!

Creo que una de las causas de que no lo haya hecho hasta ahora ha sido mi enorme compromiso con los proyectos en los que he estado trabajando a lo largo de mi carrera, y que de alguna manera han provocado que haya ido posponiendo esta decisión. Posiblemente también haya influido el hecho de que nunca me haya ido del todo mal en los puestos que he desempeñado, lo cual no es malo de por sí pero de alguna manera ha impedido que aflorase mi verdadera vocación.

En otras ocasiones (debo reconocer) el exceso de análisis, de información, de querer tenerlo todo bajo control, fue la causa que impidió que diese el paso. Con el tiempo me he dado cuenta de que un emprendedor también debe tener una pequeña dosis de inconsciencia, de riesgo, de aventura, de dejarse llevar. Es imposible tenerlo todo controlado. Si, emprender es una auténtica aventura que nunca sabes a ciencia cierta por qué caminos te va a llevar o cómo va a evolucionar, pero eso también forma parte de su encanto, no?

En fin, que por unas cosas o por otras, aquí estoy yo, en el abismo de los 50 (glups) empezando de nuevo.

En el fondo (y pese a la incertidumbre y vértigo que imagino inevitables) estoy como unas castañuelas ¡Lo voy a hacer! ¡Aún no lo puedo creer! Aunque mejor debería decir: lo voy a intentar (que no es poco). Y no creas que lo que más me preocupa es que no me salga bien (que también) pero para mí lo más importante en estos momentos es hacer lo que me gusta, ante todo quiero disfrutar con mi trabajo. Es lo más importante. Creo que es algo a lo que nadie debería renunciar. Al menos hay que intentarlo.

Lo que me gustaría decirte en este primer post es que si tienes un sueño o una idea que siempre quisiste realizar pero nunca te atreviste, debes confiar en ti mismo y en tus posibilidades. Tenemos que valorarnos como lo que realmente somos: una personas única e irrepetible que puede hacer todo lo que se proponga, y no podemos dejar que el miedo al fracaso o nuestras inseguridades nos paralicen (otro día os cuento como ven los americanos esto del fracaso).

Es imposible que podamos tener bajo control todos los factores que influyen en el éxito de un proyecto, muchos de ellos escapan totalmente de nuestro control. Os podría poner ejemplos de iniciativas que no funcionaron porque salieron demasiado pronto al mercado, (cuando todavía no existía la necesidad que cubrían), y al cabo de 10 años la misma iniciativa fue un éxito. Lo que quiero decir es que no siempre es culpa nuestra que nuestras iniciativas no lleguen a buen puerto, pero no por ello debemos dejar de intentarlo ¡Hay que atreverse! Todo lo que vale la pena en la vida cuesta.

En este blog que hoy inauguro me gustaría compartir contigo reflexiones, inquietudes, vivencias o incluso pequeños consejos personales para todas aquellas personas que como yo, están pensando en emprender. También me gustaría que fuese un punto de encuentro donde podamos conocer las experiencias de muchos amig@s que han elegido el emprendimiento como una opción de vida laboral y que al final se ha convertido en su forma de vida.

Además también quisiera que sirviese de lugar de encuentro para todos los amantes del mundo del vino que quieran descubrir y compartir sus experiencias sobre este maravilloso sector. Un mundo que me apasiona y en el que quiero seguir desarrollándome personal y profesionalmente. Queda todavía mucho recorrido, sobre todo a nivel internacional, donde nuestros vinos están ganando poco a poco el reconocimiento y prestigio que se merecen.

Espero que sigamos viéndonos por aquí. Hasta la próxima, ¡viajeros!